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LA FAMILIA PORTOCARRERO GONZALEZ

Ricardo Portocarrero y Patricia el día de su matrimonio

Carta para una estrella fugaz

A Patricia González De Urbina 

 

 

Ahora que te marchaste con tus hermanas las estrellas, quisiera hablar contigo muchas cosas.  Aprendí de tu espíritu la ternura  infinita, de tu risa: alegría. Me entrené para madre cuidándote de niña como hermana mayor. 

 

Ahora aprendo lento el desapego al permitir tu viaje al infinito…

 

Esas últimas tardes cuando íbamos al parque, el verde era más verde y el cielo transparente.  Tal vez tu sed de vida y mi desasosiego, transmutaban el verde y aclaraban el cielo como de despedida. 

 

Algunos días grises la cobardía ganaba y temía sostener tu mirada que a veces interrogaba y otras tantas, callaba. No sabía responderte ciertos interrogantes e inventaba algún tema banal e intranscendente, pero las dos sabíamos que escapaba tu vida.

 

Tu hermoso pelo negro  se fue  primero, tú misma decidiste con valentía suprema deshacerte de él, en lugar de esperar a que cayera uno a uno en tu almohada.  Te sujeté la mano y cerramos los ojos para lanzarnos juntas, a ese agujero negro que a veces te rodeaba, mientras que la tijera cumplía su cometido.

 

Aquella Navidad querías armar el árbol con luces de colores, te llamé por teléfono para acordar la hora y tu voz rota dijo que quizás esa fuese la última Navidad que compartíamos juntos…. Corrí a tu casa e intercambiamos, “Recetas para mujeres tristes”.

 

No se si cuando tomaste la decisión final de tu partida pero a pesar de todo aferrabas la vida con fervor infinito. 

 

Hermanita- guerrera  tu lucha fue valiente, tu dolor infinito.  Muchas de tus preguntas de niña ilusionada se fueron  marchitando,  tal vez ya estabas muy  cansada…

 

Cada mañana esa angustiosa espera… Hubo momentos que tu dolor que yo sentía en mi cuerpo se volvía tan intenso que no resistía oír la secreta llamada de angustia que tu alma me hacía. 

 

Ultimamente el verde te atraía de modo irresistible  anhelabas simplemente sentarte a la sombra de un árbol, contagiarte de esa savia que recorre su tronco,  imaginando  el tiempo sencillamente ahí.

 

Deseabas oír el  canto de las aves saludando la vida y el despertar gozoso de la verde montaña al abrazo del  día.  

 

Anhelabas  salir de la ciudad, te dolía el edificio gris que veías desde tu cama, soñabas con contemplar un nuevo atardecer junto al fuego de la chimenea y danzar en sus llamas, semejantes a las sol que en tu ser, se apagaba.

 

Ese dolor oscuro que se escondió en tu vientre ya no te permitía reposo alguno. El año se inició para todos, pero tú  cuerpo sentía la cuenta regresiva de la vida.

 

Últimamente no sabía que decirte, adivinábamos que  el final se acercaba, e hicimos lo imposible por ignorarlo ambas. 

 

En tu interior había, una sed infinita de respuestas…

 

¿Hasta cuándo

la luz en la ventana

y el corazón ansioso

bebiéndosela a sorbos?

 

Nos hacíamos preguntas que no tenían respuesta en el paso intermedio del ¿por qué?, al  ¿para qué? 

 

……………………………………………………………

 

Te fuiste marchitando poco a poco, una tarde cualquiera huyó angustiado el brillo alegre de tus grandes ojos. Después se fue tu risa que llenaba de gozo nuestra casa, tus palabras ruidosas y apretadas, tus gestos imponentes. Lentamente se apagaba tu cuerpo… 

 

Pero el dolor no logró derrotarte, tu espíritu creció  y se fortaleció. Fuiste venciendo uno a uno tus miedos de crisálida hasta que decidiste volar al infinito.

 

Ahora aquí yo empiezo a comprender que las estrellas fugaces como tu, cambian de forma para  expandir su luz al universo y nunca,  nunca mueren. 

 

 

 

 Mayo 22,1999

 

Patricia 

PATRICIA GONZALEZ DE URBINA   +

 

Nació en Bogotá, y curso sus estudios en el Colegio de la Esclavas del  Sagrado Corazón de Jesús. Estudio Comunicación Social en la Universidad Javeriana, y después de cursar algunos semestres, trabajo en la Programadora de T.V. Punch y  más adelante se vinculo al periódico “Nueva Frontera” .   

Contrajo matrimonio con Ricardo Portocarrero Martínez, y tuvieron dos hijos, Camila y Ricardo. Al casarse se retiro de la Universidad y dejo de trabajar para dedicarse al hogar.

 

Termino su carrera años más tarde, presentando la Tesis de Grado junto con Liliana Rodríguez de González, sobre el tema:”Aproximación a un Estudio de los                                         Planteamientos del Magisterio de la Iglesia sobre la Comunicación Social” Siendo Director de Tesis el Padre Guillermo González Quintana S.J.

 

Guillermo falleció durante el tiempo en que ellas estaban trabajando sobre la Tesis y   continúo  con la Dirección de la misma, el Padre Gabriel Jaime Pérez S.J., quien los asesoro hasta el final.Más adelante y ya siendo los niños mas grandes se fueron a vivir a Espinal (Tolima) por algún tiempo.

Al regresar a Bogotá, trabajo en Ventas en varias empresas de Finca Raíz,  tales como Julio Corredor Andrade y Pedro Gómez y Cía. S.A. y por ultimo ingreso al Banco Davivienda, donde recibió capacitación por algún tiempo  y luego fue nombrada Directora de la Oficina de San Nicolás, en Bogotá, siendo este su último trabajo.

 

Ricardo es Administrador de Empresas y ha trabajado en el Sector Bancario y en otras Empresas Industriales y  también del sector de Comunicaciones. Algún tiempo después del fallecimiento de Patricia, contrajo matrimonio con Yolanda Arenas.

 

Camila estudio Publicidad y Mercadeo en el Instituto Politécnico Grancolombiano, y al terminar sus estudios trabajo en la Agencia de Publicidad “Napoleón Franco".  

Contrajo matrimonio con Ricardo González Franco, quien estudio en Estados Unidos. Actualmente ocupa un importante cargo en  la Empres General Motors S.A., tiene tres hijos, Daniel, Sebastián y Silvia María.  Viven en Detroit (U.S.A.).

 

Ricardo, estudio Diseño Grafico y Publicidad en  “Taller Cinco” , y luego viajo al exterior. a trabajar y a vivir por unos años.. Se radico  en Buenos Aires durante tres años y después se traslado a Rio de Janeiro Brasil, donde permaneció dos  año mas.. Acaba de regresar a organizarse nuevamente  en Bogotá,

 

Clara De Urbina de Gonzalez

 

 

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